La mística está intacta. Con pocos días de trabajo, con muchas bajas por lesiones y suspensiones y con la matemática como enemiga de las aspiraciones para clasificar a la segunda ronda, el retorno de Pedro Dechat como conductor del Colectivero significó una inyección anímica fenomenal.

Con personalidad para aguantar los primeros embates de un oponente que vino confiado, que trajo un puñado de hinchas desde Salta y que preparó el cotillón para festejar en Misiones, Crucero se fue moldeando a la medida de los equipos de Dechat.

Con amplitud por las bandas, Pinti descomunal para aguantar y jugar, Campozzano el gran socio arriba y Leo Morales que se puso el overol y se bancó de primer marcador central conteniendo al gigante Cáceres, el local jugó cuando pudo, corrió muchísimo, metió cuando necesitaba y mostró gran corazón para rememorar una tarde soñada.

Una trepada de Inostroza por la izquierda derivó en un centro a la carrera que peinó Campozzano y que encontró de cara al gol al rey del área: Pinti Álvarez.

Con el 1 a 0, apareció el aplomo del local, consiente de la dinámica del oponente, no salió a apretar arriba, sino que achicó cerca de mitad de cancha. Y con esa postura, cada contragolpe era medio gol para Crucero.

En la segunda parte, Antoniana se adelantó unos metros, pero chocó una y otra vez con la defensa colectivera. Con centros, foules dudosos cobrados por el juez Nelson Sosa y pelotazos cruzados, se acercó, pero no vulneró a un atento arquero Garcete.

El 1 de Crucero mostró todo su repertorio de reflejos tapando un remate a centímetros del arco, cuando el partido estaba 1 a 0.

Enseguida Dechat, armó una línea de 5, asoció a Osmar Fernández con Pinti y los paraguayos, a poco del final, armaron la jugada del segundo gol.

Pinti aguantó al defensor, se metió en el área y esperó la llegada de Fernández que la empujó al gol. El 2 a 0 liquidó al visitante, que ni con el show que armó el DT Pablo Martel, pudo llevarse algo de Misiones.

El entrenador se metió dentro del campo de juego acusando el impacto de un proyectil que nunca sucedió. La demora provocó 7 minutos de adición, pero Crucero lo cerró sin fisuras.

Técnico que debuta gana y cuando se trata de Pedro Dechat, se respira otro aire en Santa Inés.